La conducción preventiva es importante para anticiparse a los incidentes que pueden surgir en carretera. Dentro de esta, mantener la distancia de seguridad con los coches de delante es crucial para evitar accidentes.
La distancia de seguridad entre dos vehículos es la separación que permite proteger al usuario y le da ventaja, en caso de que se produzca una frenada brusca, a la hora de reaccionar y librarse de una posible colisión.
Distancia mínima de seguridad entre dos vehículos
Para evitar una colisión, al menos son necesarios al menos dos segundos de diferencia entre tu vehículo y el de delante. Estos se pueden calcular pronunciando “1101, 1102…”, una vieja regla que se enseña de generación en generación. Eso sí, siempre es recomendable que la distancia sea de 3 segundos o más, porque dependiendo de las circunstancias de la vía, dos segundos pueden ser insuficientes.
Por ejemplo, si llueve y el asfalto está mojado, la distancia deberá ser de tres o más segundos. Si la carretera por la que circulamos es de un carril por sentido, tendremos que ampliar la distancia para permitir adelantamientos sin riesgos en caso de que se produzcan. En los túneles, se recomienda ampliar la distancia a 100 metros o un intervalo de 4 segundos.
Prestar atención a los vehículos de atrás
Y no solo debemos prestar atención a la distancia de seguridad que guardamos con los coches que llevamos delante. También es importante fijarse en la distancia a la que llevamos a los vehículos que nos siguen para que, en caso de frenada brusca, puedan también detenerse sin colisionar con nosotros.
Este punto adquiere especial importancia en los adelantamientos, donde el conductor que adelanta debe maniobrar sin poner en peligro a los vehículos adelantados, y en caso de estos, deben facilitar el adelantamiento en la medida de lo posible.
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