Comprar un coche es de las mayores inversiones que puedes hacer después de comprar una vivienda. Una razón más que suficiente para intentar cuidarlo desde el primer día. Ya sabemos que, a veces, no hay tiempo o hay demasiada pereza, por eso te damos unos trucos fáciles, que te supondrán cero esfuerzos y alargarán la vida del nuevo miembro motorizado de la familia.
1. Conduce eficientemente
Lo más sano, para tu seguridad y para tu bolsillo, es practicar una conducción suave y eficiente. No sometas al motor de tu coche a esfuerzos innecesarios, que solo sirven para acortar su vida útil y desgastar muchas de las piezas que lo forman, además de otros componentes, como los frenos o las suspensiones. Una conducción agresiva aumenta, además, el consumo de combustible.
2. No aceleres
Conducir con un régimen de revoluciones alto acorta considerablemente la vida de tu coche. Dar acelerones al arrancarlo o al salir de un semáforo, algo que suele hacerse bastante, provoca que los cilindros se llenen de combustible que no se quema de forma correcta y que se mezcle con el aceite, dañando el motor a medio plazo.
3. Cuida el turbo
Actualmente, la mayoría de los coches están equipados con turbo-compresor. Una pieza que hay que cuidar bien, ya que una avería puede costar muy, pero que muy cara. Un truco para ello es no parar el coche inmediatamente cuando llegues a tu destino. Déjalo funcionando unos minutos al ralentí para que así el turbo se enfríe.
4. Revisa el interior de vez en cuando
Además del motor, el interior del coche está lleno de piezas que no están a la vista. Éstas suelen estar protegidas contra la corrosión, pero conviene revisarlas de vez en cuando y aplicar grasa o cera protectoras si es necesario.
5. Repasa las juntas de goma
Los elementos plásticos del coche se desgastan rápidamente por el paso del tiempo y las condiciones climáticas adversas, como el calor o el frío. Las juntas de goma suelen cuartearse, por lo que es conveniente utilizar renovadores cada cierto tiempo. Y un elemento importante para cuidar las juntas es un parasol, sobre todo en verano. Te ayudará a proteger los plásticos, pero también la tapicería.
6. Controla el nivel de aceite
Es un paso fundamental para cuidar el motor de tu coche y uno de los hábitos que más alargan su vida. Si ves que el aviso luminoso de medición de aceite se enciende, no te retrases ni un minuto y rellena el depósito enseguida. Llevar el coche con el nivel de aceite bajo puede provocar fallos en la lubricación y cargarse el motor en menos tiempo del que te piensas.
7. Lávalo
Este es uno de los hábitos que se suele perder, bien por falta de tiempo, bien por pereza, cuando se adquiere un coche. Lavarlo usualmente evita que se acumule la suciedad, una de las causas principales de la corrosión, tanto de la pintura como de muchas de las piezas externas o internas. Si utilizas el túnel de lavado, es aconsejable hacer un prelavado con la pistola a alta presión para limpiar las zonas más difíciles.